Cuando nos decidimos a iniciarnos en este “camino sostenible” nos entra la necesidad de querer cambiarlo todo de golpe sin darnos cuenta de que el cambio es algo que se hace paulatinamente y poco a poco, adaptándonos a nuestras necesidades y siendo flexibles.
Los productos hay que probarlos y comprobar si son lo que queremos y necesitamos, si estamos dispuestos a hacer ese cambio.
Por eso, nosotras siempre proponemos un inicio más lento en el que se vayan introduciendo los productos uno a uno y con el que demos tiempo a nuestro cuerpo y nuestra rutina para hacer el cambio. En este sentido, los productos de baño son los más sencillos de ir introduciendo en nuestra rutina.
En este post queremos presentar nuestros 4 cambios esenciales para el baño:
- ¡Pásate a los sólidos! Champú, acondicionador y jabón sólido, todo un descubrimiento para quien no los haya probado. Lo primero es la comodidad de poder llevarlos a cualquier parte sin problema: ocupan poco y no los pueden rechazar en el avión. Además, notarás que el pelo dura mucho más tiempo limpio y que está mucho más sano. Y si los cuidas bien durarán mucho más que un champú convencional. Lo malo: necesitan un mantenimiento, si los dejas cerca del agua se gastarán muy rápido.
- ¿Higiene dental? Sí, existen alternativas en la higiene bucodental: Pasta de dientes en cristal, sólida o en polvo, de varios sabores y texturas; hilo dental de seda y en bote de cristal o bote de bambú para recargar; enjuague bucal en pastillas o en cristal; cepillo de dientes de bambú o de bioplástico, entero o con cabezal recambiable; alternativas al limpiador lingual, cabezales para el cepillo eléctrico, cepillos interdentales… las opciones son infinitas. ¡Recomiendan el cambio 9 de cada 10 dentistas! Lo malo: Algunas son muy fáciles de adaptar a las rutinas sin embargo otras deberás investigar las opciones hasta que encuentres lo que se adapta a ti.
- Desodorante sólido, ese gran incomprendido. El sudor y el olor son dos cosas diferentes y hay que entender esta diferencia antes de comprar un desodorante natural. Normalmente los desodorantes sin plástico y naturales que se encuentran en el mercado te defienden del olor y mucho mejor de lo que te imaginas. Existen desodorantes en barra, en formato stick, en lata, o en bote de cristal; muchos olores; opciones veganas; para pieles sensibles. Lo malo: deberás probar varios hasta encontrar el que mejor funciona con tu piel.
- La depilación y afeitado ese gran dilema: los anuncios nos han vendido que lo mejor es tener una cuchilla desechable porque es “más higiénico” pero la realidad es que desde hace mucho tiempo existen alternativas reutilizables que funcionan igual o mejor que cualquier cuchilla desechable. Antiguamente se utilizaban maquinillas de acero que duraban toda la vida con cuchillas recambiables; brochas para aplicar las espumas y jabones; y cremas y jabones sólidos que duraban mucho y no contaminaban el aire. Hoy día siguen existiendo estas alternativas ¡y son maravillosas! Lo malo: tendrás que aprender a usarlas, no es difícil, pero es diferente a lo que estamos acostumbrados.
¿Te animarías a realizar alguno de estos cambios? ¿Quizás tienes algún otro en mente? ¡Comparte tus experiencias en RRSS! Os leemos ;)