Menstruación sostenible

Menstruación sostenible

A lo largo de la vida fértil de una mujer, ésta puede llegar a usar y desechar más de 17.000 productos de higiene menstrual.

Esto supone unos 100 mil millones de productos de higiene menstrual desechados anualmente a nivel mundial. 

Y es que, aunque no es ningún secreto que muchos de los productos menstruales convencionales contienen plástico en grandes cantidades, no podemos llegar a ser conscientes de todo lo que esto supone. Tanto las compresas como los tampones convencionales están hechos de partes plásticas, sus envoltorios están hechos de plásticos y en su proceso de fabricación incluyen tóxicos que luego entran en contacto con nuestra piel, nuestras zonas más íntimas y nuestro cuerpo en general. ¿Alguna vez os habíais parado a pensar en ello? 

Se ha demostrado que estos productos pueden ser el origen de algunos problemas ginecológicos más comunes como los picores y la cistitis. Además de que muchas veces su uso y publicidad hace que se perpetúe el tabú de que “hay que esconder nuestra menstruación”. Ese tampón pedido a escondidas, la sangre azul de los anuncios o el falso mito de que la sangre huele.

Pero ¡no hay que preocuparse! afortunadamente existen muchas alternativas más sostenibles que  pueden servirnos para dar un paso más en este camino hacia una vida más sostenible.

Pero antes de todo, lo primero de todo es saber que debemos probar varias veces hasta conseguir encontrar ese método que mejor se adapta a nosotras y nuestras necesidades.

Por un lado tenemos los productos reutilizables: la copa menstrual (la reina de la corona); las compresas de tela; y las bragas menstruales. Todas estas alternativas reutilizables suponen un pequeño cambio en nuestra rutina menstrual. Lavar y planificar un poco es necesario para su uso, pero nada que no se pueda convertir en algo fácil de asimilar.

Por otro lado, tenemos alternativas más sostenibles dentro de los productos desechables como los tampones de algodón orgánico o las compresas ecológicas. Algunas mujeres no se consiguen adaptar a los productos reutilizables o, simplemente, son víctimas de un descuido o un imprevisto (todas hemos estado ahí). Estos productos cuidan su proceso de fabricación y sus materias primas para que su impacto sea menor en el medio ambiente.

Por último, tenemos las alternativas menos conocidas como las esponjas marinas o el sangrado libre. Estas prácticas menos conocidas ya se venían practicando desde hace muchísimos años. Ahora nos permiten repensar nuestra menstruación y hacernos más conscientes de ella.

¿Con cuál os quedáis? ¿Os interesaría que hagamos un artículo más específico sobre alguno de estos productos? ¡Comentarios en RRSS!

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

  • ¿Menstruación sin plástico es posible? I Love Cylo. https://ilovecyclo.com/blog/menstruacion-sin-plastico-es-posible/
Alma, P. (2020). CYCLO: Tu menstruación sostenible y en positivo. Montena.
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